PROTECCIÓN DEL HOGAR
El hogar es lo más sagrado, es el refugio donde se acumulan todas las energías que absorbemos a lo largo del día. Ya sean positivas o negativas, estas vibraciones se impregnan en cada rincón de nuestra casa. Por esta razón, es fundamental mantener el hogar protegido contra energías negativas, densas o bloqueadas que puedan afectar tanto el ambiente como nuestro bienestar personal y familiar.
La sal gruesa es conocida desde tiempos inmemoriales como un protector natural por excelencia. Se la empleaban en rituales para purificar y proteger a las personas y los espacios de influencias dañinas. Su capacidad para contener y transmutar energías negativas es asombrosa, además de su poder para activar la positividad y mejorar la atmósfera de los lugares donde se utiliza. De hecho, en círculos esotéricos, la sal es famosa por su uso en la creación de círculos de protección que resguardan contra todo tipo de influencias.
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PASO 1:
Para realizar una protección básica de tu hogar, colocá una cantidad generosa de sal gruesa en un tupper y agregá unas gotitas de aceite esencial de incienso o lavanda, ambos conocidos por sus propiedades purificadoras y relajantes. Mezclá bien la sal con el aceite para que se impregne completamente de sus cualidades protectoras y luego tapá el tupper con una bolsa plástica. Dejá que la mezcla repose durante toda la noche en un lugar tranquilo.
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PASO 2:
Al día siguiente, distribuí pequeños puñados de esta mezcla en las esquinas de cada habitación de tu casa. No olvides colocar también un poco bajo los colchones, sillones y otros muebles donde la energía tiende a estancarse. Si tenés nuestra Sal consagrada, podés utilizarla directamente sin necesidad de realizar el preparado previo, ya que esta sal está lista para su uso en cualquier momento.
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PASO 3: