El ejercicio del Pilar del Medio es una poderosa herramienta espiritual dentro de la Kabbalah, diseñada para equilibrar y alinear las sefirot que componen nuestro árbol interno. Este ejercicio no solo aporta equilibrio y protección, sino que también fortalece la conexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu, ayudando a mantenernos en nuestro eje tanto a nivel mental como espiritual. Al trabajar con esta energía, nos alineamos con la estructura del Árbol Sefirótico, donde las sefirot fluyen en armonía a través del pilar central.
Cuando se practica de manera constante, el Pilar del Medio tiene un efecto transformador. No solo mejora nuestro mundo interior, aportando claridad, serenidad y estabilidad, sino que esta mejora interna inevitablemente se refleja en nuestro entorno exterior. La Kabbalah enseña que el mundo que nos rodea es un espejo de nuestro mundo interno, por lo tanto, al equilibrar nuestras energías internas, también comenzamos a ver cambios positivos en nuestras circunstancias externas.
Este ejercicio debe realizarse con respeto y moderación. Se aconseja hacerlo únicamente una vez por semana debido a la intensa energía que se moviliza. Demasiada Luz de golpe puede desestabilizar a una persona que no esté preparada, provocando un efecto contrario al deseado. Por esta razón, el Pilar del Medio se recomienda los viernes antes de Shabbat o los domingos al inicio de la semana, cuando es más propicio absorber la Luz de manera balanceada y armoniosa.
El viernes es especialmente favorable porque la energía del Shabbat representa el estado de mayor equilibrio y paz espiritual de la semana. Realizar este ejercicio en este contexto nos prepara para entrar en el Shabbat con mayor sintonía espiritual. El domingo, al ser el primer día de la semana en el calendario hebreo, nos ofrece una oportunidad de comenzar el ciclo semanal con un alineamiento energético óptimo.
Es importante destacar que los sábados NO se debe realizar este ejercicio. Durante el Shabbat, el flujo de la energía divina es único y completo por sí mismo, y no requiere de intervención adicional para equilibrarse. De hecho, hacer el Pilar del Medio en Shabbat podría interferir con este flujo natural y causar un desbalance energético. Por lo tanto, la clave está en la moderación, la consistencia y en elegir el momento adecuado para llevar a cabo este poderoso ejercicio. Con el tiempo, y al integrarlo en tu práctica espiritual, notarás cómo el Pilar del Medio no solo transforma tu vida personal, sino también tu capacidad de manifestar equilibrio y bienestar en todas las áreas.
EJERCICIO:
Visualizaremos una luz blanca, intensa y brillante a unos 2,5 cm de la cabeza. Esta es la fuente de poder donde nace todo. Vibraremos el nombre EJEIEJ 7 veces. Ahora hacemos descender el rayo de luz hasta la nuca, nos detendremos aquí y vibraremos YEJOVAELOJIM 8 veces. Seguiremos bajando el rayo de luz hasta el corazón y vibraremos YEJOVA ALOAJ VA DAAT 3 veces. Bajamos el rayo hasta el plexo genital y decimos SHADDAI EL KAI 9 veces. Por último descendemos hasta la zona de los pies y vibramos con devoción ADONAI JA ARETZ 10 veces.
Las palabras están en fonética, es decir que se pronuncian tal cual están escritas.