Merkabá en hebreo significa “Carroza” o “Carruaje”, y hace referencia a la poderosa visión que tuvo el profeta Ezequiel, descrita en el Tanaj. En esta visión, Ezequiel observó un vehículo celestial con 4 ruedas, que era guiado por 4 querubines, seres angelicales de alta jerarquía. Cada querubín poseía 4 alas y 4 rostros: un león, que simboliza la fuerza y el poder; un hombre, que representa la inteligencia y el libre albedrío; un buey, símbolo de trabajo y perseverancia; y un águila, que refleja la visión superior y la conexión con lo divino.
Este complejo y místico relato no es simplemente una imagen, sino una clave para entender los estados más elevados de conciencia a los que podés acceder. El Merkabá representa la interconexión entre lo humano y lo divino, el vehículo de luz que podés activar dentro tuyo para viajar hacia dimensiones superiores, reconociendo que en el universo todo está interrelacionado. La fragmentación es solo una ilusión; cuando abrazás la unidad, te alineás con las energías más puras y expansivas del cosmos.
Al Merkabá también se lo vincula con la geometría sagrada, especialmente con el Cubo de Metatrón, una figura que contiene todas las formas geométricas, siendo los pilares fundamentales de la creación. En este sentido, Metatrón es el Arcángel encargado de registrar todos los eventos cósmicos y guiar la estructura de la realidad. Trabajar con el cubo de Metatrón implica acceder a la conciencia suprema, la fuente de todo orden y armonía en el universo.
Activar tu propio Merkabá implica más que un simple entendimiento intelectual. Es un proceso de integración de conocimiento místico, espiritual y emocional. Estudiar Kabbalah, en especial las ramas que exploran el Maaseh Merkabá (Obra de la Carroza), te permite comprender los misterios más profundos del ser, desde la estructura del alma hasta las energías que forman el universo.
Además, está vinculado con el viaje del alma a través de las distintas dimensiones de existencia, conocido como el ascenso por los “siete cielos”. Según la Kabbalah, al activar tu Merkabá, podés atravesar estos cielos, encontrando en cada nivel nuevas oportunidades para depurar tu ser y elevar tu conciencia hacia el Ein Sof, la luz infinita de la que todo proviene. El trabajo de purificación espiritual y la apertura del corazón son esenciales, ya que sin la pureza y la intención correcta, este conocimiento queda bloqueado.
Si querés saber más, podés ver nuestro programa en Youtube “Alquimia Reffiel: Símbolos Esotéricos”.