Hay muchos mitos alrededor de esta práctica, que cada vez se hace más popular. Lo cierto es que, los rabinos talmúdicos decían que los judíos (se considera judía a cualquier persona justa que hace el camino espiritual como corresponde), eran inmunes a las influencias de las estrellas, puesto que si se tiene completa fe en Él, el resto no interferiría en la vida de cada ser, pero si alguien no pertenecía a este grupo, sin dudas influenciarían los astros sobre ellos.
Maimónides, gran filósofo judío, creía que la práctica de la astrología contrariaba el concepto de la providencia y el libre albedrío. De hecho, él como muchos otros filósofos, judíos y profetas, se basaba en la astronomía, mas no en la astrología. Muchos refutan esto diciendo que grandes Patriarcas, como Avraham, eran astrólogos pero encontramos en la Torá, en este caso puntualmente, que D’s le ordenó dejar atrás sus creencias y confiar únicamente en Él.
La astrología es una práctica de adivinación, y la adivinación está prohibida en la Torá explícitamente de la siguiente manera:
“No practiquen la adivinación. No presagien tiempos auspiciosos.” “No acudan a los médiums ni a los oráculos. No se involucren con ellos para no impurificarse.” Vaikrá Cap. 19 Vers. 26 y 31
Con esto entendemos que, toda práctica adivinatoria está prohibida y contamina a quien la practica y la consume. Hay que ser muy responsable cuando se trabaja con Alta Magia.
En el árbol sefirótico encontramos referencias de los astros en las sefirot. Esto quiere decir que nos muestra su polaridad, una misma esfera representa la emanación espiritual y la emanación terrenal. El árbol es la raíz de la vida, los senderos son las ramas y lo que representan los astros y los signos, son los frutos.
Hace algunos años surgió la “Astrología Cabalística”, y en sí no existe. La misma no es más que una pantalla para explicar el árbol sefirótico y cómo impactan estas energías en la vida del Ser. La astrología convencional explica las energías planetarias a la hora de nacer, pero jamás se considera al Ser en su estado álmico, solo en su estado terrenal. En realidad, todas las personas deben manifestar las energías positivas de todos los signos, pues solo así se logra la perfección.
Cuando se comienza a estudiar y entender la funcionalidad de los elementos kabbalísticos, se puede mejorar la calidad de vida desde la raíz. No sirve estudiar el fruto, pues si éste parece estar en buen estado pero la raíz está podrida, los frutos jamás serán aptos para comer. No todo lo que aparenta ser es, pues la oscuridad se alimenta de la ilusión, y muestra algo que jamás será.