La palabra Parashat proviene del hebreo y significa “porción” o “sección”, refiriéndose a las divisiones semanales de la Torá que se leen cada Shabbat en las sinagogas. La Torá está dividida en 54 secciones, que se distribuyen a lo largo del calendario hebreo. Este ciclo de lectura semanal permite a las comunidades leer la Torá en su totalidad durante el año.
El sistema de dividir la Torá en porciones fue establecido para facilitar su estudio y garantizar que su lectura no resultara abrumadora. Se atribuye a Maimónides haber estandarizado este método, brindando así un soporte energético a lo largo del año. De esta manera, cada semana está impregnada de la energía particular de la porción correspondiente, permitiendo que las enseñanzas y bendiciones de la Torá se distribuyan gradualmente, y cada parashat ofrece reflexiones, enseñanzas y lecciones que conectan con las necesidades espirituales de cada momento del ciclo anual.
Es importante destacar que la lectura de la parashat sigue el calendario hebreo, y comienza con el año nuevo judío, Rosh Hashaná. En un año estándar, hay 12 meses, pero en un año bisiesto, se agrega un mes adicional llamado Adar Bet. Esto tiene implicaciones en la lectura de la Torá, ya que cuando el año es común (sin el mes adicional de Adar Bet), algunas porciones, como Vayakhel y Pekudei, se leen juntas en una sola semana. Esto se debe a que el ciclo de lectura debe ajustarse para que la Torá completa sea leída en el tiempo exacto, antes de finalizar el ciclo en Simjat Torá.
Cada parashat está vinculada a versículos específicos de la Torá, y a través de la lectura de estos textos, no solo nos conectamos con las historias, leyes y enseñanzas contenidas en el texto, sino también con la energía espiritual que esos pasajes representan. Por lo tanto, la lectura semanal de la parashat se convierte en un momento clave para la introspección, el estudio y la conexión con las fuerzas espirituales que rigen el ciclo de la vida.