En la Kabbalah, los 72 genios representan aspectos del conocimiento divino que abarcan todas las áreas del universo, cada uno con su propio propósito y energía, sin importar su jerarquía. Incluso el más “insignificante” contiene una chispa de la sabiduría infinita. Sin embargo, hoy nos enfocaremos en las energías de los 10 Arcángeles, que aunque no forman parte de los 72 genios, son conciencias elevadas cuya presencia podemos integrar en nuestras vidas. Cada uno de estos Arcángeles tiene una frecuencia única y un propósito específico, actuando como guardianes y guías espirituales que pueden influir en distintos aspectos de nuestra vida si aprendemos a sintonizarnos con sus energías.

• METATRÓN: Conocido como el “D’s menor”, Metatrón es la fuente de luz principal y el guardián del umbral entre el mundo humano y el divino. Es quien nos ayuda a conectar con el plano más elevado del conocimiento y la iluminación espiritual.

• RAZIEL: Es el portador de los secretos de la creación. Representa la sabiduría profunda y el conocimiento oculto que rige los misterios del universo. Trabajar con Raziel es abrirse a los misterios más elevados y esotéricos.

• TZAFKIEL: Es la manifestación limitada de Raziel, simbolizando la inteligencia y la razón. Es el Arcángel que nos permite comprender y aplicar la sabiduría de Raziel de manera práctica y racional en nuestro día a día.

• TZADKIEL: Representa la bondad, la misericordia y el perdón. Nos ayuda a soltar el rencor y la negatividad, abriéndonos a la compasión y al amor incondicional. Es el guía en momentos en los que necesitamos equilibrar justicia con misericordia.

• KAMAEL: Este Arcángel simboliza la fe, la voluntad y el deseo. Es la energía que impulsa la manifestación de nuestros sueños, recordándonos que el deseo alineado con la voluntad divina es el motor que mueve el universo.

• MIJAEL: Es el abogado celestial. Representa la belleza, la armonía y el compromiso. Es quien nos guía en la toma de decisiones justas y equilibradas, manteniéndonos en el camino de la verdad y la justicia.

• HANIEL: La energía de Haniel es la emoción en su máxima expresión. Representa la lucha, la victoria y el coraje emocional. Es el Arcángel que nos impulsa a superar desafíos emocionales, manteniendo la fe y la fuerza interna.

• RAFAEL: Es el sacerdote celestial, guardián de la mente, la salud y el esplendor. Rafael trabaja para restaurar el equilibrio en el cuerpo y el alma, ofreciendo sanación tanto física como espiritual.

• GABRIEL: Arcángel de los sentimientos, la comunicación divina y la maternidad. Es el mensajero de Dios, ayudándonos a conectar con nuestro propósito y a canalizar la energía creadora. Gabriel también es la protectora de la maternidad y de los nuevos comienzos.

• URIEL: El Arcángel de la sabiduría terrenal, quien lucha entre el bien y el mal en busca de la redención del alma humana. Uriel es quien nos ayuda a tomar decisiones correctas y materializar nuestros sueños.

Es importante entender que los Arcángeles no son entidades que deban ser invocadas a la ligera. La Kabbalah advierte que intentar una invocación directa puede abrir puertas a energías oscuras o desequilibradas. En lugar de invocarlos, la clave está en alinearse con su frecuencia energética a través de prácticas espirituales que nos conecten con ellos de manera natural. Esto se logra mediante la meditación, el uso de palabras de poder y rituales sagrados diseñados para sintonizarnos con su vibración.

También podés comenzar con nuestro Ritual Arcangelical para entrar en frecuencia con ellos y abrirte a su guía y protección, integrando sus enseñanzas en tu vida cotidiana.